Es buena, cuando duerme; el calor de su cuerpo es un puñal de vidrio
que remonta los sueños. Cuando calla, es buena
y su voz una premonición olvidada y peligrosa que arruina el silencio.
Cuando grita o llora
o se lamenta o se divierte
o se cansa,
nada puede contenerese
dolor alegre que envenenamis sueños y mi soledad.
Por eso es difícil pensaren ella, en su cara bondadosa; abandonarse;
por eso es una cobardía retenerla y dejarla ir, una pavorosa crueldad.
A veces, cuando lo pienso,no se qué hacer con ella,con este destino luminoso.
sábado, 9 de junio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario