domingo, 11 de enero de 2009

Enredada como su aliento ...
Como esa tarde en la que asustado llegaste
Y me mostraste tu alma en el vidrio,
en el reflejo transparente
del ventanal del bar.
Después de intentar duplicarte y recibir dolor. Así, ando yo


por vos.


Ahora que yo conozco tu amor.
Y empiezo a despedazar mi virulento método paranoico.
Quiero sacarlo, desembrionarlo desde lo más profundo y desenrainzarlo

Pero en su lugar, lo saco en ideas revueltas, dolientes de llanto.

Pasa un rato y se me pasa y ya quiero volverte.











Embrión

“para no depender primero hay que generar buenos vínculos que nos apoyen y nos ayuden a crecer. No tengas miedo. La dependencia se genera en la inseguridad, no en la contención”.

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